Estos gestos de inmenso valor

* Creo que es buen momento para que, en nuestras familias, se sienta una solidaridad de echarnos la mano.

 

Norma, hermana menor de este reportero, partió de Nayarit hace más de 30 años. Junto con su esposo Oscar, han formado una familia. Son, como muchos, personas que hacen su vida con esfuerzo.

Este domingo, los tres hermanos y las tres hermanas que vivimos en Nayarit recibimos un gesto de un inmenso valor: cada uno, una porción de diversos artículos básicos como sopas, atún, sardina, frijol, aceite, papel de baño, jabón.

Todos, exactamente lo mismo.

Norma se comunicó con su amiga de la infancia, Mari, encargada de una tienda Conasupo, para que nos hiciera llegar el producto.

Al citar lo anterior no pretendo vanagloriar a mi hermana y a su esposo. Para nada. Por favor, les pido de favor que ningún lector piense en ello.

Pero me atrevo a identificar la iniciativa porque ellos también están padeciendo el problema de salud por el coronavirus COVID-19.

Y un dato más: ninguno de los hermanos sabíamos que nos llegarían esos artículos. Mi hermana no nos preguntó, sino que simplemente actuó.

Ya el lector puede deducir el gran impacto que se tuvo en nuestras familias.

“Gracias tía Norma por esos detalles para sus hermanos. Mis papás están muy agradecidos y yo también le doy las gracias”, le escribió por Whatsapp una de nuestras sobrinas.

“Tsss tía Norma, enorme! Cuanto amor de su parte. Así debemos ser las grandes familias, siempre solidarias”, anotó uno de mis hijos, entre otros comentarios.

 

El gesto, inmensamente cálido, y que seguramente se repite en muchas familias, conduce a una reflexión sobre este momento que podría agudizarse en las próximas semanas, pues el coronavirus no sólo está golpeando la salud, sino la economía, la pérdida de trabajos.

Creo que es buen momento para que, en nuestras respectivas familias, se sienta una solidaridad de echarnos la mano.