* Tres empleados del Gobierno del Estado encontraron el aparato que había perdido una maestra; lo recuperó junto a 700 pesos.
Es el viernes 23 a las 1:10 del mediodía. Por calle Zacatecas a unos 15 metros de avenida Allende en el centro de Tepic, Brenda Valdivia Navarro busca con evidente prisa en el suelo, alrededor de su vehículo, minutos antes estacionado.
- ¿Se le cayó un celular? –le pregunta un hombre que va pasando. Ella acepta, emitiendo un tono de angustia-. Y el otro agrega: “ahorita lo acaban de recoger”. Como seña particular indica que el desconocido lleva una carpeta en las manos y lo vio caminar en dirección a la plaza frente a Palacio de Gobierno.
Maestra y también enfermera, Brenda no puede correr por una operación reciente.
A las 1:12 es marcado al número de su celular, apelando a la honestidad de quien lo trae consigo. No contestan. Para entonces, dos hombres son cuestionados en la plaza, cerca ya con la avenida México, pero ninguno acepta haber recogido el “Aifon 5” de Brenda.
A las 1:13 una segunda llamada. Tampoco contestan. A las 1:14 una tercera llamada y por fin se escucha una voz, de mujer. La profesionista le explica que ha perdido su celular y agradecería que se lo regresaran. Describe las ropas que lleva puesta, para facilitar ser identificada. Cuelga. Se le ha pedido que regrese a la calle Zacatecas, esquina con Abasolo.
- Me dijo que me va costar tres cosas –comenta Brenda, que se ha confundido con una palabra: no son tres cosas, sino tres cocas-.
Desde la segunda planta varias personas le hacen señales para que suba. Resulta que quienes encontraron el celular son Liliana Pérez Rodríguez, Sergio Daniel Acosta Gutiérrez y Luis Antonio Rosales, empleados del departamento de Bienes e Inmuebles de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado, a quienes Brenda agradece la devolución del celular y en cuyo forro, por cierto, lleva 700 pesos, igualmente entregados.
Según explican, las dos primeras llamadas no pudieron contestarlas, hasta la tercera.
Brenda añade que mientras manejaba llevaba el celular entre las piernas, por lo que al bajarse del carro lo tiró a la banqueta sin darse cuenta.
Al final, el asunto quedó en un repetido agradecimiento, seguros de que regresar un celular ajeno es mejor que quedarse con él.
Y a todo esto, el reportero únicamente pidió una cosa: tomarles una foto para contar este breve suceso.
(Brenda con celular en mano, junto a Liliana, Sergio Daniel y Luis Antonio –de camiseta negra-. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)
Así fue regresado un celular perdido, en 4 minutos
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