Chocan Judicatura y funcionarios por jueces Nicolás Ballesteros y Oswaldo Delgado

* Frena Consejo de la Judicatura despedida en oficina a los jueces Nicolás Ballesteros y Oswaldo Delgado; los empleados cierran filas y señalan que, frente a críticas, el Consejo pretende ocultar su responsabilidad y lavarse las manos con los juzgados.

 

Un choque, una prueba de la distancia que perciben trabajadores del Poder Judicial del Estado con los altos mandos se vivió este miércoles a propósito del último día de Nicolás Ballesteros Villagrana y Oswaldo Delgado Nájar como jueces titulares de los juzgados Primero y Cuarto Penal en Tepic, respectivamente. 

Los funcionarios judiciales habían preparado una despedida sorpresa para ambos, como la contratación del mariachi El Quevedeño, que llegaría a los juzgados a las dos de la tarde.

Sin embargo, unas dos horas antes, a iniciativa de varios funcionarios arribó una banda que se instaló en la calle colindante al Juzgado Cuarto, en la colonia Moctezuma. Los funcionarios querían que se escuchara esa música, la favorita de Delgado Nájar en su ventana. 

Y fueron entonadas Las Golondrinas, Sin Fortuna, y por último Un Puño de Tierra, cuando llegó la orden desde oficinas centrales del Tribunal Superior de Justicia (TSJ): la música debía parar de inmediato.

Según datos recogidos, el llamado por teléfono provenía de la oficina de Dora Lucía Santillán Jiménez, secretaria de Acuerdos del Consejo de la Judicatura, y se efectuó a José Ricardo Rodríguez Valdez, juez Tercero Penal e integrante del citado Consejo. 

Apresurado y -según testigos- apenado, Rodríguez dio el aviso.

La banda, pues, paró, pero el juez Tercero completó el mensaje: el Consejo de la Judicatura –conformado por los 17 magistrados y dos jueces- se oponía a la presencia del mariachi El Quevedeño unas horas más tarde.

No fue todo: la gota que causó una profunda molestia es que al interior del Consejo se habría hecho alusión a una nota de la revista Proceso, hace unas semanas, en la que se describe que en los juzgados Primero y Cuarto se siguieron muchos expedientes en los que tenía interés especial el ex fiscal de Justicia Édgar Veytia, ahora preso en Estados Unidos.

De acuerdo con el apunte de funcionarios judiciales, el Consejo de la Judicatura pretende lavarse las manos de una responsabilidad histórica que le corresponde, pues en todo caso debió, desde hace años, hacer cambios de adscripción de jueces y secretarios de acuerdos. 

“Si no lo hicieron, es responsabilidad del Consejo; los cambios de los jueces los hacen cuando Veytia ya está detenido. Que vengan a revisar los expedientes en los dos juzgados, nuestro trabajo, nosotros cumplimos, el Consejo no”.

Además, se cuestionó por qué era que diversos asuntos de alto impacto recaían, efectivamente, en los juzgados Primero y Cuarto. 

“Ninguno de los jueces o nosotros íbamos a las oficinas del Tribunal a moverle al aparatito para que esos expedientes llegaran aquí, ¿verdad?. ¿Quién lo hacía, por qué el Consejo de la Judicatura toleró todo eso, por miedo a Veytia?”.

Según fue explicado, al interior del TSJ esa práctica es conocida como “el apagón”, es decir, maniobrar mañosamente para que algunos juicios sean dirigidos a determinados juzgados.

¡Los magistrados han permitido funcionar ese ‘apagón’. Que no se laven las manos con los juzgados!”.

Por la mañana de este miércoles, antes de que se escuchara la música de banda, funcionarios del Juzgado Tercero decidieron unirse a la despedida: ellos comprarían botanas.

Pero cuando se conoció que no habría mariachi, se decidió trasladar el festejo a un restaurante ubicado por el libramiento. Allá se les uniría El Quevedeño. Y en franco reto con el Consejo de la Judicatura, se decidió que suspenderían labores a las tres de la tarde, una hora antes de lo oficial. En el restaurante se encontraron empleados de los juzgados Primero, Tercero y Cuarto, ratificando abiertamente su respaldo a los dos jueces. 

Otro aspecto que ha merecido comentarios, incluso en redes sociales, es la nueva adscripción de Oswaldo Delgado, en el Juzgado Mixto de San Blas, a pesar de que al interior del Poder Judicial se le considera uno de los jueces mejor capacitados en materia penal y en el nuevo sistema de justicia, los llamados juicios orales. Es decir, se supondría que el cambio debía darse para que resuelva asuntos del nuevo sistema de justicia y puesto que se requieren más jueces en esa materia, no a un sistema que va de salida.

“Contra Oswaldo hay una venganza personal”, se ha comentado.

Para el caso de Nicolás Ballesteros, tendría asignado un juzgado familiar en Tepic.

(El juez Oswaldo con personal del Juzgado Cuarto; y la banda en la ventana. Fotos. cortesía)