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Jue, Abr

“Jamás he robado, soy inocente”: secretario General del Congreso

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* La sombra del fiscal Édgar Veytia aparece en el asunto Carlos Ruvalcaba, quien insiste que nunca supo y ni siquiera fue llamado a declarar para, en su caso, aclarar lo de un supuesto robo.

 

La del miércoles 22 de marzo fue una noche larga  para Carlos Ruvalcaba Quintero, secretario General del Congreso del Estado. 

Y él lo cuenta: fue una noche de alarma, de preocupación, de desvelo, de sentir que el mundo le caía encima.

Hace un esfuerzo pero no puede contener las lágrimas que brotan en tres ocasiones durante una entrevista al mediodía de este jueves 30. Respira profundo para volver a hablar.

Esa noche, este reportero informaba que existía en su contra una orden de aprehensión, girada por un Juzgado Penal y a petición de la Fiscalía General del Estado (FGE), por su presunta responsabilidad en un delito de robo calificado, producto de un asunto aparentemente menor durante la supuesta renta de un restaurante-bar por la avenida Jacarandas en el que, después, se denunció el robo de diversos artículos, por ejemplo varias pantallas. 

Por una coincidencia en el tiempo, la nota periodística fue divulgada unos días antes de la detención del fiscal Édgar Veytia, en Estados Unidos, personaje que ahora resulta crucial en el caso Ruvalcaba, que en diciembre pasado estuvo en su oficina y, sin embargo, no se ejecutó esa orden de captura, emitida un mes antes.

Más: Ruvalcaba asegura que oficialmente nunca se le notificaron los hechos. 

“Aparentemente existe ese asunto, no tengo la certeza, pero por los datos que mencionaste, o por los datos que da el abogado de la otra parte, sí existe o al menos sé que existe un inicio a una averiguación previa. No la he tenido en mis manos y no me han notificado nada. Formalmente no sé. 

- ¿Nunca te citaron, no sabías que existía esa averiguación previa?.

- Jamás. A mi jamás se me ha hecho saber absolutamente nada. A mi, tu nota, por supuesto al leerla me causa una alarma porque ya se habla de una orden de aprehensión. Los abogados sabemos que en las averiguaciones previas se cita a las personas indiciadas; incluso la Constitución, la jurisprudencia establece que las garantías del proceso judicial y la garantía de audiencia se debe garantizar en la audiencia previa, cuestión que a mi nunca se me ha dado.

- No te escucharon.

- No, en absoluto. De entrada sentí una fuerte alarma, mucha preocupación porque en un sistema democrático, constitucional, la garantía de audiencia es un requisito para que cualquier persona pueda defenderse y lo puedan escuchar. Todos tenemos el derecho de ser oídos y vencidos en juicio. 

- ¿No cometiste robo, no te quedaste con alguna pantalla de televisión?.

- Jamás. Nada. A nosotros -se refiere al también implicado Jorge Delgadillo-, ella -la denunciante Astrid –Alaniz- nunca nos traspasó nada. No nos dio nada. Nosotros nunca cerramos ningún trato con ella. 

“En algún momento se podrá comprobar que la relación era entre Astrid y la señora -María Luisa López García, dueña del local- y tenían un contrato de arrendamiento. Quien se quedó con todas las cosas es la señora porque es dueña del inmueble; después la señora se lo rentó a otras personas con todos los muebles que estaban en el negocio. Casi te puedo apostar que las cosas que ellos aluden todavía están ahí”.

- ¿Entonces jamás hubo un robo, al menos no de tu parte?.

- ¡No, jamás!. Comete robo aquel que se apodera de una cosa ajena sin el consentimiento de quien puede darlo. Jamás yo le he quitado nada a nadie. Jamás me apoderé de nada. Jamás me lo dieron. Jamás estuve en posesión. Jamás lo saqué de ningún lugar y si no hice nada, pues no sé de dónde sacan la calificativa de robo. 

- Aunque no hayas cometido el delito, el caso es que se giró la orden de aprehensión. ¿Cuándo supiste de esa orden?.

- A partir de la nota. Definitivamente que me alarmó y tengo preocupación. 

- ¿Qué hiciste a partir de la nota?.

- Trato de verificar, de comunicarme con algunas personas. Algún conocido me dice que al menos en un sistema que manejan no está la orden de aprehensión. No sé la forma cómo lo estaba manejando la Fiscalía y el abogado de la contraparte, porque por lo visto ellos sí saben.

- ¿En este momento cuál es tu situación, supongo que estás defendiéndote?.

- Correcto. Estoy tranquilo. En el momento que una autoridad me llegara a requerir me voy a presentar, así de sencillo.

- Eres el secretario General del Congreso, ¿tienes garantías de que no te van a detener?.

- No. Yo soy un sujeto como cualquier ciudadano; yo ni he buscado garantías de nadie ni en ningún momento utilizaría ningún mecanismo. Como no tengo garantía de que haya orden de aprehensión, tampoco tengo garantía de que no. Estamos trabajando en las garantías que me puedan otorgar las leyes en materia de suspensión de los actos reclamados. La única garantía para mi es la ley.

- ¿Qué te dice el presidente del Congreso, el diputado Jorge Segura? 

- Es una persona muy seria y no ocultaría ni taparía ningún tipo de actos ilícitos porque representa a una institución que requiere tener la legitimación. Le di mi versión de los hechos y estamos esperando la oportunidad de que yo pueda defenderme, que responda como cualquier ciudadano. No hay ninguna otra indicación. No he buscado absolutamente a nadie. Muchas personas lo saben por la nota y me han preguntado, pero debo defenderme solo y lo estoy haciendo.

- ¿Le avisaste al gobernador?, ¿es imposible que hubieras llegado a este cargo sin el visto bueno del gobernador?. 

- No he avisado a nadie. Primero quiero tener la certeza. Pero si en algún momento tengo que renunciar lo voy hacer. No me voy a tapar con absolutamente nada. No quiero afectar a nadie o que mi asunto le afecte al gobernador. Con relación a este asunto, el gobernador ni me está tapando ni me está protegiendo. Yo me estoy defendiendo y voy acreditar que soy inocente, que jamás he robado y jamás robaré. 

- La publicación de tu caso y la aprehensión del fiscal de Justicia Édgar Veytia coinciden con unos días de diferencia. ¿Qué pasó entre ustedes?, hay gente que asegura que sí fuiste aprehendido en diciembre, ¿qué ocurrió en diciembre cuando estuviste en la oficina del fiscal?.

- Yo formalmente nunca he sido aprehendido. 

- ¿Cómo estuviste con el fiscal?.

- Por ahí me hablaron. Fui a la Fiscalía y me comentó que había algo.

- ¿Cómo una investigación?.

- Si, pero ni siquiera me dijo datos, expediente, absolutamente nada. Por ahí comentó que había algunas gentes que no estaban contentas con algo que salió, que qué había pasado y yo sostuve lo mismo que ahorita: que no he robado nada y ahí quedó la plática. 

- ¿De cuánto tiempo?.

- Muy corta. 

- ¿Qué te dijo el fiscal: soluciona, paga o qué?.

- Me cuestionó algunas cosas y yo sostuve que era totalmente inocente. Creí que con mi versión de los hechos, al menos de manera económica, era suficiente y creí que más bien era como un rumor.

- ¿No consideraste prudente presentar un amparo o algo así?.

- No, es que yo no tenía ninguna relación con el fiscal y si hubiera tenido algo me hubiera detenido. 

- Faltaban unos días para que te designaran secretario General del Congreso. ¿Te acompañó algún funcionario?

- No, no. 

- Se ha comentado que algunas personas abogaron por ti.

- Lo desconozco, y si lo hicieron no me lo han dicho.

- Porque según los documentos, la orden de aprehensión estaba desde noviembre.

- Yo lo sé, pero por tu nota. Y a partir de tu nota es que empiezo a hacer mis investigaciones.

- ¿Entonces puede decirse que también fuiste víctima de una averiguación armada de mala manera?.

- Para empezar, jamás fui citado. Jamás. 

- Y tienes rato siendo funcionario público y fácil te hubieran localizado. 

- Así es. Mis datos están ahí, y tengo toda mi vida con la misma dirección. No entiendo por qué nunca me citaron. Se hubiera aclarado todo. 

- ¿Estás tranquilo?.

- Estoy tranquilo porque no cometí ningún delito; los servidores públicos deben estar legitimados, tener la autoridad moral para trabajar y yo considero que la tengo. Sin embargo, si en determinado momento puede haber alguna afectación a una institución, y cargaré con ese peso aunque no sea culpable absolutamente de nada. Las personas que decidimos entrar al servicio público debemos ser conscientes que primero está la institución y así lo haré en su momento. 

- Te vi hace rato emocionado, conmovido, debió ser una noche larga.

- Y mala, una noche mala. Sí afecta. Afecta mucho porque literalmente el mundo se le viene a uno encima, el futuro. Todo. 

(Carlos Ruvalcaba. Foto: Oscar Verdín/relatosnayarit)

 

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