* Desde la monja que habló de sueños que lleven a una transformación social, hasta la joven indígena que precisó que ya no quieren ser imagen de campañas electorales, parte de las intervenciones de quienes recibieron la Medalla Nayarit.
Un momento emotivo se vivió el lunes 30 cuando seis personas que no son diputados tomaron el micrófono en el Congreso del Estado, al ser distinguidas con la Medalla Nayarit 2016.
La madre Lourdes Ivone López Ordóñez, monja de las Hermanas Siervas de los Pobres, habló de cómo en la actualidad se vive en la cultura del bienestar, a los que nos les falta nada, o por el contrario de la corrupción y del hambre, la violencia, de familias rotas, de niños en las calles.
Dijo que las Hermanas Siervas de los Pobres sueñan con un proceso de transformación social, sueños con una brújula que lleven a caminos nuevos, “hacia los que no son de nadie, porque esos son los nuestros”…
La distinción de López Ordóñez, al igual que al abogado Juan Mártir Alegría, fue por el Mérito Ciudadano.
Mártir habló de sus orígenes paterno en Compostela, y materno en Caleras de Cofrado. Y de ese siempre gusto, a través de la asociación Emergencias de Protección y Rescate (EPRAC), para ayudar a quienes han sufrido un accidente o cualquier otro contingente, para dar apoyo a las víctimas, participar en rescates y sin esperar nada a cambio. Y con frecuencia, por cierto, exponiendo su integridad.
De igual forma, el Congreso del Estado distinguió a Lourdes Pacheco Ladrón de Guevara y a Manuel Iván Girón Pérez con la medalla al Mérito Profesional. Ella lo tomó del brazo y juntos caminaron hasta el frente en la Cámara de Diputados.
Pacheco habló de la lucha de las mujeres, de los pueblos indios, de que se tiene que construir un México diferente, más democrático. “Queremos un mundo mejor”. Aplaudió que actualmente haya 14 diputadas locales.
La abuela de Lourdes fue analfabeta, su mamá maestra de escuela, y ella universitaria con visión científica.
Por su parte, Girón Pérez se describió como un científico y un académico. Precisó que es nayarita de nacimiento –originario de Puga- y del cada vez mayor número de investigadores que son reconocidos.
Girón habló del antes y un después que se vive en la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN). Incluso sugirió a los diputados que antes de que tomen decisiones consulten a los investigadores para que las iniciativas tengan mayor sustento.
A su vez, Bernardo Macías Mora y Marina Carrillo Díaz recibieron la medalla por el Mérito Cultural y Artístico “Emilia Ortiz”.
Cronista, Macías Mora dijo ser poeta. En los últimos años ha divulgado más de tres mil fotografías con contenido histórico de Tepic y otras partes del estado, suyas o de otras personas.
Habló de salvar las letras, al periodismo, de esa situación precaria del reportero. Se refirió a tantas crónicas, escritas principalmente a partir del año 2000.
La intervención de los seis galardonados fue cerrada con Marina Carrillo Díaz, indígena con una frescura en su narrar:
“Agradezco a mi pueblo por darme mi color de piel, mi lengua”…y sus palabras emocionaron, trajeron aplausos.
La Medalla Nayarit, dijo, no la recibe en lo personal, sino “a nombre de todos los pueblos indígenas”. Es fundadora de la Unión de Estudiantes Indígenas de México y ha sido reconocida con el Premio Nacional de la Juventud.
Y con un mensaje a los gobiernos y partidos políticos, precisó que ya no quieren “ser imagen de campañas electorales”, sino protagonistas “de nuestros propios destinos”.
En la zona de butacas de la Cámara de Diputados, se apartaron lugares para las familias de los premiados.
(Bernardo y Marina. Foto de Chris Arias tomada del espacio en Facebook de Bernardo Macías)