Un taxista, una despachadora y un gondolero narran y truenan por gasolina

Chofer de taxi desde hace años, todas las noches antes de concluir la jornada, Alfredo gastaba alrededor de 300 pesos de gasolina, suficiente para el trabajo del día siguiente en Tepic. 

“Entre los taxistas existe la creencia de que si echas gasolina en la noche rinde más, que porque en el día se volatiza por el calor”.

Pero a partir del primer día del 2017, con el aumento en el combustible, el monto se desbordó: “ahora le echo de 420 a 430 pesos”, platica en una gasolinería, donde hace una pausa para limpiar el taxi color verde que maneja.

Para contrarrestar el incremento, empieza la jornada antes de lo que era habitual y ahora se surte de gasolina dos veces por día para no resentir el gasto de un solo golpe. Es decir, necesita trabajar más para obtener similar ganancia del año pasado.

“La gasolina subió un chingo. Antes subían centavos por litro y ahora fueron pesos. Así está cabrón, no sé qué va suceder porque hay mucha inconformidad de todos. Si sube la gasolina, sube todo”.

Alfredo es chofer único del taxi y entrega una cuota diaria de 250 pesos porque el dueño no le cubre Seguro Social; si contara con esa prestación el monto podría ascender a 280 pesos.

Añade que en los primeros días del 2017 ha observado una mayor preocupación de los pasajeros, que antes de abordar el taxi preguntan por el costo en el traslado, para evitarse sorpresas si un chofer aumenta drásticamente el monto.

“Hace rato llevé a una señora de la avenida Zapopan a las oficinas del INFONAVIT, en la colonia Las Brisas. Antes de subirse me preguntó y le respondí que le cobraría 40 pesos. Me contó que otro taxista le quería cobrar 60 pesos, por lo del aumento de gasolina, pero lo rechazó”.

A unos metros en el mismo establecimiento, en el área donde se despacha diésel, Manuel llega manejando un camión grande, como góndola pero más larga, de esos que trasladan tonelaje de cachaza y enorme también el tanque del combustible. 

Cuando ha concluido el llenado del diésel, Manuel habla mostrando los tickets: “el sábado -31 de diciembre- le puse cuatro mil 500 pesos y ahora fueron seis mil. ¡El aumento de tres pesos por litro es un abuso, nos gobiernan una bola de ratas!; cómo puede haber un aumento así mientras el salario mínimo es de 80 pesos”.

Manuel piensa en el presidente Enrique Peña Nieto: “creo que muchos mexicanos si lo tuviéramos cerca se la mentábamos”.

Mirna ha escuchado el coraje de Manuel. Es despachadora y lo mismo atiende bombas de gasolina que de diésel.

Señala que en los últimos días del 2016 muchas personas llenaron el tanque de sus carros para enfrentar el incremento y por miedo a que hubiera  escasez.  

“Del día primero para acá hemos tenido menos clientes que como cerró el año, pero he visto que hay quienes le están poniendo 50 pesos por día para no dejar bajar el tanque y después tener que gastar más dinero.

“Hay gente que reclama que los estamos robando o que no sabían que subiría la gasolina desde el primero de enero, pero nosotros no tenemos la culpa, nada más nos adaptamos a lo que nos indican”.

Apunta que una situación probable es que usuarios de la gasolina Premium (roja) cambie a la Magna (verde) para ahorrarse unos pesos.

De acuerdo con Mirna, el litro de gasolina verde pasó de 13.98 a 16.33 pesos, mientras que la roja de 14.81 a 18.10 pesos. En cuanto al diesel, el litro se vendía en 14.63 y ahora en 17.43 pesos.

Los tres apuntes retratan el reclamo prácticamente unánime de los ciudadanos, que ven en el aumento de la gasolina una repercusión inmediata de alza en prácticamente todos los artículos, por ejemplo de la canasta básica, y que ya repercute en la economía de las familias. 

Tal y como fue apuntado por el taxista Alfredo, otros colegas empiezan a aumentar el precio por el traslado, y de igual forma se manifiestan los transportistas de minibús que reclaman un incremento en el boleto, actualmente de seis pesos.

(Una imagen de automovilonline.com.mx)