Falsos permisos de taxis, la corrupción que el gobierno no investigó

* Cuatro años después de que se anunció un ramillete de 80 permisos irregulares, un empleado  continúa cargando en solitario con todo el expediente.    

 

A más de cuatro años de que se anunció un juicio penal por la falsificación de numerosos permisos de taxis, el asunto prácticamente está en el olvido y, además, hay indicios de que posiblemente jamás se efectuó investigación alguna.

Si el 21 de marzo del 2013 la Fiscalía General del Estado (FGE) reveló la detención de Omar René Arias Tejeda -entonces empleado en Tránsito del Estado e identificado como asesor del ex director Francisco García Villela-, porque presuntamente participó en la clonación de unos 80 permisos de taxis que fueron vendidos a entre 100 y 120 mil pesos, resulta que en los últimos cuatro años no habría existido promoción alguna en el expediente que se abrió, 197/2013 del Juzgado Primero Penal, según datos obtenidos por este reportero. Nada.

Si entonces se afirmaba que era imposible que Arias hubiera actuado en solitario, la teoría cobra mayor fuerza puesto que en breve tiempo la FGE abandonó el asunto, a pesar de que en su momento el gobernador Roberto Sandoval Castañeda dio por hecho el ilícito: “no vamos aceptar corrupción (…) estaban clonando permisos en Tránsito”. 

El caso, que provocó el posterior despido de García Villela como rector de la Universidad Tecnológica de la Costa, ha motivado interrogantes sobre el por qué, si supuestamente existían al menos 80 permisos falsificados, no se conocieron denuncias de personas agraviadas en ese expediente que habrían pagado las cantidades ya indicadas. ¿Quiénes eran las víctimas?, porque entonces resultaría obvio que los permisos clonados eran distribuidos entre funcionarios públicos o personajes cercanos. 

De acuerdo con actuaciones oficiales consultadas por este reportero, el asunto partió con un falso permiso identificado con el número de folio 01778, que correspondería a un taxi con base en la colonia Molinos del Rey, en Tepic. En tal documento se asienta que fue emitido el seis de julio del 2011 por el entonces gobernador Ney González Sánchez.

Lo singular es que el 21 de marzo del 2013, dos policías de la Agencia Estatal de Investigación aseguraron en un informe que encontrándose en las oficinas de Tránsito del Estado, un individuo que supuestamente se reservó su identidad les dijo que momentos antes le pretendieron vender un permiso de taxi a cambio de 120 mil pesos. Y el probable responsable era Omar René, cuya detención fue ventilada ese día.

Ya detenido, supuestamente se le aseguró otro permiso falso, con base en la plaza principal de Ixtlán del Río. 

El expediente fue consignado al Juzgado Primero Penal, cuyas últimas actuaciones corresponderían a hace cuatro años, lo que probaría que fue prácticamente cerrado y se trató de corrupción al interior del gobierno, pero en el que no se quiso profundizar. 

En su momento, al rendir declaración preparatoria ante el Juzgado Penal se produjo una situación contraria a lo común, pues el detenido no se defendió, sino que ratificó la declaración ministerial respecto a la “participación de algunas personas que en este momento no recuerdo sus nombres, pero que es personal sindicalizado”. 

Esa parte confirmaría que el asunto fue armado para iniciar y terminar con Omar René: parece advertido de que no debía hablar, si es que efectivamente tuvo relación con el delito o si fue utilizado como “chivo expiatorio”.

Ahora cobra relevancia que el entonces fiscal Édgar Veytia se hizo del caso: según documentales, la supuesta investigación inició el 28 de febrero de aquel año, unos días después de que Agustín Flores Díaz asumiera la dirección de Tránsito en sustitución de García Villela. Flores habría sido quien alertó a la Fiscalía de un permiso falso, detectado durante un trámite sobre cesión de derechos. 

A finales del 2016, Flores Díaz fue impulsado por Veytia –ahora preso en Estados Unidos- para que fuera designado magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA). 

Si bien se conoce de otros casos que han generado diversas averiguaciones previas, éste que fue de alto impacto, por 80 permisos falsos referidos por el propio gobierno, fue dejado como en la nada.  

Más pareciera, se insiste, un expediente armado para que no tocara a ningún personaje de peso y, por el contrario, la culpa recayera en un empleado solitario que de repente perdió la memoria. 

(Evidencia de un falso permiso de taxi. Foto: Eduardo Verdín/relatosnayarit)