* El rector de la Universidad Autónoma de Nayarit habla desde adentro: de Juan López, de Milton Arturo Romero, de magistrados que cobran en el SNI y de muchas cosas más.
El rector de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) Jorge Ignacio -“Nacho”- Peña González habla desde adentro: de su antecesor Juan López Salazar, de Milton Arturo Romero González –que prestó millones a la UAN y fue detectado por el Órgano de Fiscalización Superior (OFS)-, de cómo se ve en unos años, de cuál es su sueño en la principal casa de estudios del estado.
No hay grabadora y no hay foto. Es una entrevista a la antigüita: a anotar en el cuaderno, pero con buena disposición del rector Nacho Peña, que se da un tiempo para hablar a solas en su oficina de la torre de Rectoría, una media hora después de que ha concluido la sesión extraordinaria del Consejo General Universitario de este lunes 19.
Se ha quitado el saco. Lleva puesta una camisa blanca y corbata tinta.
De entrada le digo que me parece un rector que no necesita someterse a ningún reglamento de transparencia, porque parece que es algo que lleva en su vida diaria.
Habla de la enseñanza de su papá José Luis Peña, santiaguense de 74 años que fue administrador en Tabamex: “siempre ha sido un hombre franco y nos insistía que jamás hiciéramos mal uso de recursos; nos pedía hablar con la verdad, no mentir porque al rato tendríamos un problema mayor”.
José Luis Peña se casó con María de Jesús González y ella se dedicó al hogar. “A él le gustaba ir de cacería y de pesca. Iba casi diario y muchas veces disparó con escopeta y eso le repercutió en un problema de salud en el oído. Yo sí fui muchas veces a la pesca, con anzuelo, pero no a la caza”.
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“No, no, ninguna llamada. Nada”, responde Peña González sobre si ha tenido comunicación con el ex rector Juan López Salazar, transcurrido más de un mes de que el OFS divulgó que en 2015 se realizaron transferencias a dos trabajadores universitarios por más de 330 millones de pesos.
Detalla que fue a través de una persona como López Salazar le envió una carta, ya hecha pública, en la que justifica que recurrió a préstamos privados para hacer frente a la crisis financiera en la UAN.
“Él –López Salazar- nunca me dijo nada. Yo creía que era el funcionario más cercano y nunca me lo dijo”.
Cuenta que, a distancia, encuentra hechos que entonces pasaron desapercibidos pero que reflejaban la problemática del ex rector: por ejemplo el que en el mes de marzo no llegó a una reunión y tampoco envió un mensaje o hizo alguna llamada.
Ya rector y sabiendo de la investigación en curso del OFS, en tres ocasiones elaboró documentos para cuestionarle diversos aspectos financieros y se los mandó a López Salazar, pero no recibió respuesta.
Incluso, recuerda que días antes de su toma de protesta el nueve de junio no tenía contacto en persona con el todavía rector. A insistencia, Juan López le respondió por mensaje que platicarían previo a la toma de protesta.
Pero Juan López llegó al Teatro del Pueblo puntual y cuando Nacho Peña ya recibía al gobernador Roberto Sandoval Castañeda. Después del acto despidió al titular del Ejecutivo, y para entonces López Salazar se había retirado.
Se le recuerda que en la sesión del Consejo General del viernes 16, varios consejeros, como el secretario del Sindicato de Empleados y Trabajadores (SETUAN) Luis Manuel Hernández Escobedo reclamó la forma en que el OFS anunció a la opinión pública la auditoría del caso UAN.
Sobre ello, Peña González completa: hoy se conoce que hay una diferencia de alrededor de 12 millones de pesos entre lo que entró a la UAN y lo que salió, producto de los referidos préstamos, y que esa diferencia posiblemente corresponda al pago de intereses. Es decir, no hubo un desvío por más de 330 millones de pesos depositados a dos trabajadores, además de que la entrada y salida no fue de un jalón, sino en varias y diversas cantidades.
“Era algo muy burdo, se dejaron huellas por todos lados”.
Durante la sesión de este lunes, el consejero y director de la escuela de Derecho Humberto Lomelí Payán pidió que se solicite la intervención de la Unidad de Inteligencia del Servicio de Administración Tributaria (SAT) para que investigue las millonarias transferencias. Nacho Peña se suma a ello, por el daño que se generó en la percepción de la sociedad, de desconfianza al manejo de recursos.
El rector precisa que mediante la denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE), peritos contables de la misma realizan una auditoría, y hay otra auditoría en curso por parte de un despacho particular. Y es que, si la misma tónica continuó en los primeros meses del 2016, él no incurrirá en omisión y denunciará los hechos.
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Hace unas dos semanas, Milton Arturo Romero González buscó al rector en su oficina. Quería hablar con él.
Milton Arturo es de sobra conocido entre los universitarios: hasta hace unos meses era secretario de Capacitación Sindical del SETUAN. Fue él quien prestó las millonarias sumas a su compadre el ex rector López Salazar para enfrentar la crisis. Y los dos trabajadores involucrados son su concuño y su yerno.
“Le dije que sí platicaríamos pero en un lugar público, no a solas. Y fuimos a desayunar aquí a –la escuela de- Turismo, delante de todos. Nos conocemos de hace más de 20 años. Me dijo que está molesto, que siente que nadie lo está respaldando a pesar de que, considera, rescató a la UAN porque no tenía recursos. “`yo salvé a la UAN’”, recordó que Milton le dijo. Y completó: “‘yo no voy a huir’”.
Incluso, el rector agrega que en su campaña de mayo pasado Milton le ofreció 500 mil pesos, dinero que rechazó. “Quiso entrar con dinero a mi campaña y no lo permití. Hace unos días lo volví a encontrar y nos saludamos”.
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El viernes 16, Nacho Peña anunció que la Universidad no tiene recursos para pagar el aguinaldo a sus más de seis mil trabajadores, pero no agota las gestiones y hace intentos por conseguir el dinero antes de que finalice diciembre.
Dice que puede haber quienes enfrenten el fin de año sin el recurso, pero especialmente le duele pensar en quienes esperan el aguinaldo para someterse a una operación, alguna situación de salud en especial.
Hace unas semanas, gracias a un contacto empresarial, asistió a un evento –no universitario- donde estuvo el presidente Enrique Peña Nieto y lo enteró de la situación. Unos días después recibió una contestación por correo electrónico y luego una segunda respuesta más abundante. Pero aún nada concreto.
Con un déficit de más de mil 300 millones de pesos, la Universidad no tiene de otra más que cambiar y en enero se anunciarán medidas precisas pues de lo contrario se agudizará la situación.
Por lo pronto, dice el rector, hay un banco que aceptó prestar lo correspondiente a aguinaldo, sólo falta la carta de aval del Gobierno del Estado.
Ese escenario coincide con el fortalecimiento que este lunes se le dio al área jurídica: tendrá trabajo y mucho en materia de sanciones y en la defensa de la UAN.
Durante la sesión del Consejo General, se decidió que el rector retome las gestiones para lograr que un adeudo del subsidio de los años 2010 y 2011, del gobierno de Ney González Sánchez por cerca de 200 millones de pesos –según estimación de Luis Manuel Hernández-, sean entregados a la Universidad.
Por ese asunto, ya ventilado en este espacio, es que el Gobierno del Estado pretende efectuar la venta del terreno del ex estadio de béisbol.
Hasta el momento, el priísta Ney González no ha sido denunciado ni llamado a explicar el destino de ese millonario desvío.
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Entre los maestros e investigadores de la UAN hay reclamos, en especial contra algunos integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) que no cumplirían con los requisitos para ello.
“En especial se refieren a magistrados del Tribunal Superior de Justicia”, acepta el rector, que conoce esos reclamos. En su consideración, explica, si bien está a discusión que pudieran no cumplir con el tiempo en clase, sí realizan tareas de investigación en el campo en que se desempeñan.
Y agrega: “si yo fuera ellos, yo renunciaba a la compensación del SNI”.
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- ¿Cómo se ve en unos años?.
- Me veo con una Universidad sin tantos problemas financieros y trabajando con mayor orden, con una mejor oferta académica. Me veo en una Universidad que debe retomar un liderazgo en el estado. La Universidad debe ser no sólo un centro de estudios, sino de discusión, de análisis, de debate de los problemas nacionales y locales, y no lo estamos teniendo.
“Mi sueño es sentar las bases para un cambio cultural en la Universidad. Mi sueño es que haya más estudiantes, abrir nuevas carreras acordes a nuestra realidad”.
No se ve en unos años aspirando a cargos públicos:
“¡Yo quiero ser rector, nada más!”.
(Nacho Peña en una imagen en los días de campaña. Foto tomada de Facebook)